martes, 6 de mayo de 2008

Me lo estoy pasando bien.

El sol es fuerte, el sudor hace que la camiseta se pegue a mi piel, a veces la pregunta más clara es una pregunta con trampa, otras simplemente un insulto, le cuento un chiste a alguién que acabo de conocer, sonríe y me dice que me va a invitar a algo, cuánto más húmedo mejor, ¿cuándo? Ahora. Una lágrima solitaria recorre mi mejilla e ilumina mi mente por un instante. El pelo a lo garçon y una patilla de otros tiempos, el perro se deja acariciar, él me da un beso con aroma a cerveza y autodestrucción, ella se frota en mi rodilla y se abraza a mi pasando su lengua por mi cuello.

- Le decimos que no cogió el teléfono y nos vamos para casa.

Él llega con los planes cambiados, el hombre era grande y tenía una camiseta negra con drácula y frankestein, se parecía más al moderno prometeo de Mary Shelley, también robó el fuego a los dioses y nos lo entregó a nosotros, en dos bolsitas de plástico negro, poco después psicoanálisis, sinceridad, jaquecas, un judío con la cabeza afeitada se perfora el cráneo con un taladro, el nombre de Dios se compone de 216 dígitos, estoy cerca de conocerlo, lo buscaré en la papelera del parque.

No hay comentarios: