domingo, 25 de mayo de 2008

Tonto el que lo lea.

Hay días en que la mierda flota a tu alrededor como si vivieses en ella. Una mierda espesa como gelatina, de la misma textura. No importa, deja que tus manos ardan hasta consumirse, deja que se pudra tu aliento, desde lo más negro se puede ver siempre una luz que brilla, una sonrisa, un amanecer después de una noche larga, un cuadro acabado, una frase perfecta en ese libro que está esperando que lo empieces a leer, sólo los elegidos podemos ver la belleza en el viento, alborozados correr desnudos mientras llaman a la policía.

Ojalá fuese como esos que hablan de estas cosas y después lo moralizan, buscando un sentido a lo malo, sí, a lo peor. No le deis más vueltas, no hay más que buscar. El cáncer nos persigue y nos azota, pero el caos es agradable pues también el desorden puede tener una armonía, una conveniente mezcla de suciedad y objetos valiosos. Si todavía no finalizan tus brazos en muñones, estíralos para que pueda vomitar en ellos, acaríciame después con ese pestilente aroma, ¿no queréis ser artistas?, bienvenidos a vuestra existencia, yo ceso en el empeño, ya podeis correr delante de un toro, mi alma se pudre buscando satisfacción pero sólo encuentro frases inacabadas, dejaré que la bestia me alcance, no voy a saltar de la vía cuándo llegue el tren, no piendo sonreír en la foto, no puedo estar satisfecho, va en contra de mi personalidad.

1 comentario:

Diego Vazquez dijo...

Joder, brutales estos 2 ultimos, como todos. No dejes de escribir estos cortos, que son la ostia tio. Un dia los ilustro,los publicamos y nos forramos, jajaja. besos