sábado, 8 de marzo de 2008

Nada importa.

Según los clásicos griegos, la ataraxia es un estado mental que consiste en el control de las emociones y los sentimientos para alcanzar de un modo sencillo la felicidad. Es sencillo imaginarse a Mersault al lado de Epicuro, susurrándole al oido me importa una mierda, mientras el griego le ofrece una pastilla de color violeta.

Vivir por el simple hecho de vivir sin darle mayor importancia es sin duda un arte, y prácticarlo sin caer en pensamientos suicidas una habilidad que pocos alcanzan. Es difícil despreciar el dolor de quién quieres, aunque filosóficamente hayas tomado una postura de indiferencia y menosprecio ante el drama y la angustia que acarrea la vida. No querer es un precio demasiado alto.

No tengo ninguna duda de la importancia de quitarle hierro a las situaciones cotidianas que nos son adversas es la raíz de la serenidad y el progreso moral, y también de un estado que se puede parecer a lo que una vez se denominó felicidad, sin embargo, cuando el camino te pone delante un obstáculo que no puedes saltar, ¿cómo afrontarlo sin caer en el drama? Es realmente difícil y frustrante no ser capaz de no darle importancia, de dejarlo pasar como una ola que rompe en la arena y vuelve a engullirla el mar. Seguro que si Mersault hubiera existido, y su historia fuese real, cuando estuviera en su celda esperando la hora de su muerte, no desearía que la multitud lo recibiera con gritos de odio, si no que pediría perdón, y suplicaría por su vida.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Qué bueno, me encanta. Para jornada de reflexión...

Unknown dijo...

Reflexión: Has conseguido resumir en un post horas y horas de ideas informes vagando por mi cabeza, hasta parece fácil...
Acojonante.

Diego Vazquez dijo...

Joder, este es la ostia tb. Con esto se puede ganar pasta... Hay que ponerse a elloooo!!